Zacatecas es una ciudad radiante que conserva en su naturaleza la principal riquza minera del mundo. Es un lugar que supera cualquier expectativa y debe admirarse tanto por fuera como por dentro. Para ser testigo de esto, es necesario visitar la mina “El Edén” cuya historia comienza apenas 40 años después de la fundación de la ciudad en 1546.
La Mina “El Edén” tuvo su principal auge durante los siglos XVII y XVIII pues en esta etapa su producción se basaba en oro y plata principalmente. Debido a las inundaciones en sus túneles y a la cercanía de la ciudad, en 1960 finalizó su explotación. La mina “El Edén” como tal, abrió sus puertas al turismo el 1o. de enero de 1975 ofreciendo un recorrido por su interior. Esta mina se encuentra a sólo 10 minutos del centro histórico. Un pequeño tren te llevará al interior de esta cueva y te acercará a la historia de la minería zacatecana y a los trabajadores que con gran esfuerzo extrajeron toneladas de plata. Los guías te compartirán detalles y leyendas de esta mina. El Edén ofrece un espacio cultural y recreativo, con una impactante estructura natural. Cuenta con un museo que fue inaugurado en 1975 y cuenta con puentes suspendidos, escaleras e iluminación especial. En una de las salas se muestra una vasta colección de rocas y minerales de la región. Te sorprenderá encontrar ahí mismo “El Malacate”, un club nocturno situado en la sección donde se trituraban los minerales. Para llegar tendrás que abordar un tren que viaja unos 650 metros al interior de la mina. Hoy en día Zacatecas, sigue siendo un importante centro minero. En su territorio se hallan numerosos depósitos de caolín, ónix, cantera, cuarzo, plomo, cobre, zinc y cadmio, además de las famosas minas de oro y plata.