“La Campana”, Colima, es una zona arqueológica que pertenece a la tradición Tehuchitlán, cuya característica principal son las tumbas de tiro. Es un ejemplo de los primeros asentamientos urbanos en Mesoamérica. El asentamiento cubre 132 hectáreas y se localiza entre los ríos de Colima y Pereira.
“La Campana”, Colima, fue habitada entre el año 100 y mil 400 a.C. Aquí podrás admirar el juego de pelota y evidencias de las creencias religiosas indígenas. Xolotl, una deidad relacionada con este juego, era en la mitología prehispánica la compañera del sol mientras éste se encontraba en el inframundo durante en la noche. Venus, la estrella matutina, era el heraldo de la victoria de Tonatiuh, el dios del sol. Al encontrarse cerca del océano Pacífico, y con lluvias como un regalo frecuente, no es de sorprenderse que se encuentren templos dedicados a Tláloc, el dios de la lluvia. En un aspecto más pragmático, la administración del agua ha sido una prioridad en estas ciudades antiguas, que fueron pioneras en la construcción de sistemas de drenaje. Las recientemente descubiertas figuras de Xipetotec son indicios de una relación con Tula, una de las ciudades más grandes en el centro de México. Está integrada por un gran número de montículos y largas plataformas rectangulares de cuerpos superpuestos y en diferentes tamaños, los cuales sirvieron de base para varios tipos de construcciones.