Las ganas de viajar se hacen cada vez más presentes en uno mismo cuando descubré destinos míticos, legendarios y que te dejan sin aliento, la antigua ciudadela del Imperio Inca, en Perú.
1. “Imponente”
La palabra que más repite cada persona que visita Machu Picchu es “imponente”. Eso quienes no se quedan sin palabras. Visitar Machu Picchu es la oportunidad de exponerse a una combinación única en la que el hombre y la naturaleza “acordaron” desplegar toda la majestuosidad posible. Un poblado incaico en un promontorio rocoso a 2490 metros de altura.
2. El camino del Inca
Miles de turistas y viajeros lo realizan cada año, atravesando paisajes de alta montaña y hasta sierra selvática peruana, atravesando varias ruinas, fortificaciones y siempre, con vistas inigualables a los valles y paisajes andinos. Emprender el Camino del Inca a Machu Picchu supone una aventura de varios días (cuatro a cinco), expuesto a cambios de climas y esfuerzo físico.
3. Sentirse entre las nubes
Llegar a la Puerta del Sol, encontrarse entre la niebla, y avanzar hasta que las nubes comienzan a disiparse para desnudar la ciudadela es algo que no tiene precio. Machu Picchu no es sólo un encuentro con la majestuosidad alcanzada por una civilización antigua. También es un encuentro con la naturaleza y el cielo. Las nubes se retiran y la sensación puede resultar indescriptible.